LOS CUATRO ELEMENTOS EN LA SALUD
El Equilibrio de los elementos dentro de la carta
puede indicar enfermedades sutiles, agotamiento o excesos. Los desequilibrios
pueden ser innatos -carta natal- o temporales -direcciones, progresiones,
revoluciones solares o lunares y tránsitos fuertes-.
En una Carta Natal o Revolución Solar o Lunar se
puede hacer un baremo de como está el equilibrio elemental.
Cuando un elemento recibe uno o dos puntos solo es
débil, sin embargo si recibe 7 o más puntos es fuerte.
Si no tiene ningún punto está agotado y si recibe 9
o 10 puntos es excesivo.
EL AGUA
El agua agotada produce sed, deshidratación, calambres,
insomnio, mala memoria, incapacidad para los sentimientos.
Antídotos para el agua débil: beber abundante
agua, zumos de verduras y té de hierbas; vivir cerca del agua, baños de sal o
baños de mar; comer alimentos jugosos, frescos y ajo; realizar actividades
artísticas; llevar puestas piedras turmalina, perla, ópalo o cuarzo ahumado.
El exceso de agua: crea mucus; produce
neumonía, retención de fluidos, obesidad, obstrucciones arteriales, retención
linfática.
Antídotos para el exceso de agua: ejercicio;
evitar los alimentos crudos, salados y dulces, la carne y los aperitivos;
beber, hierbas diuréticas como flor de saúco y ortiga; disfrutar la música de
flauta y la interacción social; llevar puestas piedras de cuarzo rosa,
turmalina rosa, aventurina verde o fluorita.
La tierra agotada produce debilidad
incoherencia, fracturas que no se curan.
Antídotos para la tierra débil: ejercicio;
cultivar un jardín; trabajar arcilla; comer verduras de raíz. Caminar
descalzo sobre césped, arena de la playa o una moqueta.
El exceso de tierra produce obesidad,
bloqueos, depresión, osificación, calcificación, pérdida de sensaciones sensoriales.
Antídotos para el exceso de tierra: ejercicio;
dormir menos; tomar comidas ligeras y con especias; cultivar la capacidad de
respuesta.
AIRE
El aire debilitado produce mala circulación,
falta de confianza en uno mismo, abatimiento, pesadillas, nauseas, toxicidad,
deficiencias de oxígeno, respiración corta, fatiga.
Antídotos para el aire débil: ejercicios para
practicar la respiración; climas desérticos; sacudir la manta de plumón cada
mañana; comer verduras de hoja; dar largos paseos o bailar y actividades
sociales.
El exceso de aire crea desórdenes
nerviosos, inquietud, hipersensibilidad a los contaminantes, a los sonidos
internos y a los olores; piel endurecida, pelo, huesos y uñas quebradizos,
flatulencia, asma, tos, estreñimiento, insomnio, esquizofrenia, artritis.
Antídotos para el exceso de aire: incrementar
la ingesta de líquidos, especialmente infusión de manzanilla; comer cereales y
verduras de hoja; tomar vitaminas del complejo B, magnesio; baños calientes o
de vapor; incrementar el consumo de aceites comestibles; masajes con aceite
caliente, llevar ropa cálida y hacer ejercicio moderado al aire libre; climas
húmedos; comer productos lácteos; llevar colores azules oscuros y violetas;
llevar puestas piedra lapislázuli, zafiro, aguamarina, turmalina azul,
crisocola o calcita verde; remedio de castaño blanco de flores de Bach.
FUEGO
El fuego agotado produce falta de vitalidad,
abatimiento, pérdida de apetito, palidez, frío, digestión lenta e inadecuada,
migraña, fobias, baja inmunidad, mala circulación y tono muscular; posible
diabetes.
Antídotos para el fuego débil: tomar el sol,
ejercicio aeróbico; bebidas y alimentos calientes y especiosos, incluyendo
cayena, cardamomo, canela; infusión de jengibre o menta; llevar ropa roja y
naranja; llevar puestos cristales como el rubí, hematites, cornalina o topacio.
El exceso de fuego crea ira y agresión,
quemazón, problemas de hígado y vesícula, alteraciones digestivas, úlceras,
exceso de bilis, fiebre, erupciones cutáneas, tendencia al olor corporal,
visión borrosa, hipoglucemia.
Antídotos para el exceso de fuego: aplicar
toallas mojadas al cuerpo; incrementar la ingesta de líquidos, tomar alimentos
dulces, beber infusiones de camomila; ponerse ropa de colores verdes y azules;
llevar puestos cristales como la esmeralda, granate verde, aventurina,
malaquita, aguamarina o calcita verde.