La Venus de Milo es una de las obras más
representativas del período helenístico de la escultura griega.
Esculpida en mármol blanco alrededor del año 100 a .C. en sus dos metros de
altura y 900 kilos, representa a Afrodita, diosa griega del amor y la belleza.
Fue encontrada por un campesino que, en una confusa
operación la ofreció primero a los turcos y terminó vendiéndola a los
franceses, lo que aún hoy es fuente de controversia y ha generado reclamos por
parte de los turcos que demandan la devolución de la escultura.
Desenterrada en dos pedazos y sin sus brazos, fue
llevada así a Francia, donde se la volvió a unir y en el año 1821 fue expuesta
en el museo del Louvre en París, donde se encuentra actualmente.