CHICA CANCER
De eso no cabe duda. Al comienzo, te costará darte
cuenta de si tu chica Cáncer es una gentil doncella regida por la Luna o
una chiflada de remate. Y al final, no lo sabrás todavía.
Durante la estación de las lluvias, te ahogará con
sus pesares, y cuando el sol vuelva a asomar entre las nubes te hará doblar de
risa, y te conmoverá con su ternura. Ser testigo de sus cambios anímicos es
como ver una de esas antiguas películas mudas que anteponen un episodio de
humor basado en bofetadas histéricas a la patética historia de los Peligros de
Paulina, todo acompañado por la musiquita del piano en el foso de la orquesta.
A veces, la melodía es alegre y vivaz; otras se pone melancólica. La música es
variable, para acompañar las ocasiones, pero jamás aburrida ni monótona. Lo
mismo pasa con la muchacha Cáncer. Es un poquitín chiflada, un poco triste y
muy imaginativa. Y también sabe ahorrar los niqueles.
Naturalmente, no podrás mirar debajo del colchón
mientras no os hayáis casado. El pudor es una de sus condiciones. Pero puedes
apostar sin riesgo a que allí guarda un calcetín viejo, bien lleno de billetes
verdes y monedas de plata. Aún cuando tuviera un ascendente manirroto,
seguramente guardaría algunas monedas bajo la maceta de las azaleas, o tal vez
reservadas entre los pliegues de ese mantel de encaje que le regalaron hace
diez años para su cumpleaños, y que todavía no ha estrenado. Si abres uno de
sus libros de poesía, es posible que caiga de él un arrugado billete de un
dólar, deslumbrado por la luz del día. Una mujer Cáncer puede ceder a un súbito
impulso de gastar cuando la han herido y necesita mitigar el dolor de las
magulladuras, pero durante la mayor parte del tiempo sus gastos quedarán considerablemente
por debajo de sus ingresos. Es posible que muestre un especial interés por tu
cuenta de ahorros, y que el dinero sea uno de sus temas de conversación
favoritos. No te mirará con desdén si no lo tienes, siempre y cuando seas de la
clase de hombres que se esfuerza por conseguirlo. Ella te ayudará a ganarlo y a
ahorrarlo, pero mucho cuidado a la hora de gastarlo. No vayas demasiado lejos
si no quieres que ella tenga la sensación de que vuestra seguridad se
desmorona. Cuando le hagas a esta muchacha un regalo carísimo, y ella te diga
que no deberías haberlo hecho, no dudes que lo dice en serio.
Si quieres que deje de pensar en seguros,
hipotecas, alquileres, facturas y el saldo de su club en el banco, llévatela a
la playa a medianoche, a dar un paseo a la luz de la luna. Serán sus mejores
momentos. La luna hará aflorar todos sus sueños secretos, y es posible que la
proximidad del agua le haga olvidar todas sus inhibiciones. Es muy posible que
en el espacio de una hora veas toda la gama de sus emociones. Entonces, podrás
elegir la que mas te guste y darle ánimos para que la cultive.
Cuando salgas con una chica Cáncer típica a pasear
solos por una playa, bajo la luna llena, asistirás a una transformación
extraña. Esa dama fría y reservada que conociste durante el día, o esa muchacha
desaforada y tentada de risa que se te mostró alguna vez que la llevaste al
teatro o a cenar a un restaurante, se convertirá súbitamente en una criatura de
otro mundo cuando los magnéticos rayos de la luna iluminen sus ojos y sus oídos
se llenen del rumor de las olas. Se convertirá en una ninfa del mar, que puede
elevarse contigo tan alto como pueda llegar tu imaginación. Nueve veces de cada
diez, el sistema funcionará, y la décima será probablemente porque acertaste a elegir
la luna nueva. Con eso no lograrás lo mismo. Cuando la luna está en menguante,
ella se mostrará tímida y dulce, pero lo que necesitas en realidad es una luna
lo bastante llena como para movilizar todos sus talentos latentes. Bajo su
hechizo, en el momento justo de su propio flujo y reflujo de emociones, Cáncer
puede escribir un poema, componer una canción o desgarrar el velo de los
misterios que durante siglos han hecho cavilar a los filósofos. Naturalmente,
es en esos momentos en los que su conversación es interesante, por decir lo
menos.
Es necesario que sepas que hay dos variedades
distintas de mujeres Cáncer enamoradas. La primera es suave y femenina, tímida,
modesta y conmovedoramente temblorosa. La segunda es más bien pegajosa. Es de
las que usarán todas las tretas de Eva para sentarse lo más cerca posible de ti
en el reservado, cosa que si ella te interesa de veras, puede resultar muy
fascinante. Pero si tú solo estás en plan de amigo y ella te toma
deliberadamente de la mano o te besuquea las mejillas en el momento mismo en
que pasa por ahí la chica de tus sueños, es posible que el juego pierda un poco
de gracia. Puedes seguir con la broma, pero conozco a alguien que lo hizo y la
otra chica, interesada en serio y que no estaba jugando, pasó de largo. Y él se
quedó en las garras de un Cangrejo presa de un ataque de risa. Este tipo de
mujeres Cáncer pueden ser un verdadero peligro para el auténtico amor y la
felicidad de un hogar, aunque por suerte son una minoría. Aun así, una es
suficiente para causar mil problemas.
Como ya lo sabes por los otros signos solares, son
pocas las mujeres perfectas. La mujer Aries siempre andará llamando ella sola
su taxi y dándose de cabeza contra muros de ladrillo, Sagitario te hablará con
una franqueza totalmente chocante, Escorpio puede asustarte, ser versátil
Géminis y demasiado orgullosa Leo, y así sucesivamente. En las mujeres Cáncer
por lo general no encontrarás estos defectos.
Sin embargo, también hay algunas normas que no
debes olvidar con ellas. Cáncer no soporta que la critiquen, se siente
profundamente herida por el ridículo y, simplemente, no puede aguantar que la
rechacen. Una, dos, tres: son reglas básicas. Es raro que se muestre
abiertamente agresiva; la nativa típica es vacilante, y la primera jugada tendrás
que hacerla tú. Si por casualidad ella llega a moverse, lo hará hacia atrás o
de costado. Con la timidez propia de su naturaleza, y el temor de no ser
aceptada, es un eco del varón del mismo signo solar.
Sé de un hombre y una mujer de este signo que se
pasaron siete horas, una noche, sentados uno junto a otro en el apartamento de
ella, como si no les interesara otra cosa que mirar revistas. Mientras sus
corazones latían silenciosamente, ellos examinaron una pila de números
atrasados, el periódico de la mañana y el de la tarde, y resolvieron unos
cuantos crucigramas. Ninguno de los dos quería dar el primer paso.
Si no eres bondadoso y atento con su madre, no te
lo perdonará. Mamá es una dama, y a su hija no le gusta que la insulten. Aunque
las chicas Cáncer tienen sentido del humor, no reaccionan favorablemente a los
chistes sobre la suegra. Tampoco quieras leer nunca su diario de cuando tenía
cinco años, aunque es casi seguro que lo tendrá bajo llave. A Cáncer le gusta
guardar secretos, y no esperes de ella confesiones auténticas, a menos que
quien se confiese seas tú.
Los miedos de tu lunar amada pueden mantenerte
realmente con el alma en un hilo, lo mismo que a ella. Tiene miedo de no ser lo
bastante bonita, de no ser lo bastante inteligente, de no ser suficientemente
joven o suficientemente vieja. No importa que tenga la silueta de la Venus de
Milo, el rostro de Helena de Troya y la mente de Aristóteles: ella se sentirá
igualmente inadecuada. Asegúrale que es joven, que es hermosa, que está
comprometida y que te tiene a ti. Si se lo repites unas veinte veces al día, es
probable que empiece a hacerle mella. Su estado de ánimo cambiará como promedio
cuatro veces por mes, con los cuartos de la Luna, amén de pequeñas
fluctuaciones dos veces por día, reflejo del movimiento de las mareas. De una
manera impredecible, es predecible en cierto modo, y eso puede hacerla
fascinante y misteriosa, pero también insoportable hasta el punto de que te
entren ganas de propinarle una buena paliza. Durante alguno de sus arranques de
melancolía, incluso es posible que tenga miedo de no ser buena cocinera, lo que
es un absoluto disparate, porque una Cáncer típica puede hacer que un chef
francés quede reducido al nivel del sargento que preparaba el rancho cuando tú
hacías la mili. No es mujer que se arregle con un abrelatas automático o con un
congelador: prefiere pelar ella los guisantes y hornear ella los bizcochos. Sus
guisados son sensacionales, sus patatas livianísimas, sus verduras frescas y
crujientes, y lo corona todo con una mermelada de fresa celestial. Las mujeres
Cáncer son muy amigas de su cocina, que en la casa es su lugar favorito
(después del cuarto de los niños). Revoloteará en torno de ti como una clueca,
y es probable que a ti te encante, como a la mayoría de los hombres.
Aparte del miedo, totalmente injustificado, de su
falta de habilidad culinaria, quizá tema que tú no la quieras bastante. Eso no
es difícil de remediar para ningún varón con sangre en las venas. Adelante,
demuéstraselo todas las veces que quieras, que ella estará totalmente
receptiva. Una vez que le hayas encendido la luz verde, ella se sentirá feliz
de reconocer la señal, y aunque eso puede borrar su complejo de inferioridad,
te creará otro problema. A decir verdad, después que la hayas conquistado, una
mujer de Cáncer puede mostrarse un poco tenaz... digamos que no te soltará
mientras viva, lo que no está nada mal. Hay hombres ávidos de lealtades así.
Cuando hayas tenido la suerte de ganarte su amor, jamás estarás falto de comida
ni de afecto. Y la sonrisa chiflada con que te los ofrecerá también tiene su
encanto. Su rico humor se te hará más cálido y mas querido cuando pienses en
todas las sirenas sarcásticas que andan por el mundo con su ingenio cínico y su
risa hipócrita.
Es bárbaramente injusto jugar con el corazón de una
chica de este signo, porque ella te amará, te honrará, te obedecerá y te
fastidiará un poco con devoción sincera. ¿Por qué dar alas a un amor así si no
tienes la intención de corresponderlo con el mismo ardor? Recuerda la tenacidad
de Cáncer. Es posible que tú no hagas más que flirtear, pero tendrás graves
problemas cuando quieras dar por terminado el partido: ella no oirá el silbato.
En los sentimientos de una mujer Cáncer no hay nada de superficial ni trivial.
Cuando llega a ser dueña de un hombre, o de una taza de té, es para siempre.
Es posible que no impresione a tus amigos con su
vivacidad y su chispeante capacidad de halagarlos, pero a ti no dejará de
seducirte con su encanto. Las mujeres de julio prefieren reservar sus emociones
mas profundas para la gente que sienten más próxima. Después que hayas salido
con otras chicas y las hayas comparado con ella, es posible que vuelvas
corriendo hacia tu Cangrejo hembra, y le pidas que te aferre otra vez. Y con
fuerza.
En el trato con ella, lo más difícil es evitar que
se refugie en el caparazón impenetrable del Cangrejo, siempre tan a mano.
Sus sentimientos son tan sensibles y tiernos que la
más leve observación, hecha sin intención alguna, puede producirles una
profunda herida. Es difícil saber cuando la ha vulnerado súbitamente algún
significado oculto. Es posible que alguna noche llegues a visitarla y le digas:
“Que hermoso es tu cabello”, y veas que se le llenan los ojos de lágrimas. ¿Por
qué? Porque la última vez que estuviste con ella le diste a entender que el
pelo se le veía espantoso. Las mujeres Cáncer pueden ser muy quisquillosas y
llorar bastante. No te olvides de tener siempre un pañuelo a mano.
Las mujeres nacidas bajo el signo del Cangrejo no
son necesariamente tacañas, pero tienen sus hábitos ahorrativos.
Hasta se diría que es lisa y llanamente una
compulsión. Es raro que una mujer lunar se deshaga de trozos de hilo, botones,
frascos, latas, maridos o patrones viejos para vestidos. Y ¿quién eres tú para
decir que no sirven de nada esas entradas de teatro rotas, esas viejas cartas
de amor o las bolsitas de té usadas? Algún día de ese imprevisible futuro, es
posible que le sirvan para algo los fusibles quemados que guarda en el cajón,
con los adornos de Navidad rotos.
No le preguntes que empleo piensa dar a esas
doscientas medías y guantes desde hace tiempo divorciados de sus parejas.
"¡Ya lo encontrará, descuida! Cáncer no es mujer que tenga paciencia con
quien le queme con el cigarrillo el cubrecamas acolchado que heredó de la tía
abuela Matilde. Para ella, todo tiene un valor sentimental, incluso los cheques
vencidos de 1952 y las viejas insignias de cuando estuvo en la organización de
Girl Scouts. Atesora y guarda celosamente las cosas que tiene, y entre ellas a
ti, naturalmente. Y no tanto porque sea celosa; es más que nada posesiva, que
es diferente.
Es posible que las mujeres nacidas bajo los signos
de fuego se resistan y protesten ante las demoras y las decepciones que trae la
vida, pero Cáncer tiene por lo común la sensación de que alborotándolo todo no
se puede cambiar ni superar nada. Cuando las cosas no van como ella quisiera,
es posible que derrame algunas silenciosas lágrimas furtivas, pero su reacción
normal será cruzar serenamente las manos y esperar con paciencia a que las
cosas se arreglen solas. La paciencia es una de sus mejores virtudes. Cuando
está deprimida, sin embargo, es posible que seas tú quien tenga que encontrar
la manera de salvarla de sí misma. Trata de rescatarla antes de que se haya
hundido demasiado. Además, en cierto modo ella quiere que la mimen. El deseo de
dejarse malcriar un poco por los seres amados parece tener hondas raíces en la
naturaleza de los Cangrejos. Tu muchacha lunar necesita desesperadamente saber
que tú no puedes vivir sin ella, y puede llegar muy lejos para despertar tu
piedad y tus instintos protectores, simplemente para asegurarse de lo mucho que
significa para ti. Para ella es en realidad muy poco pedir, cuando es tanto lo
que da a cambio. Pero durante estos episodios, no te dejes engañar por su
debilidad.
Ese bebé desvalido que contra un mundo frío y cruel
busca la protección de tus fuertes brazos es perfectamente capaz de valerse por
sus propios medios si es necesario. En medio de una rencilla, cuando ella
levante hacia ti sus transparentes ojos húmedos y asustados, recuerda que
cuando tú te vayas y ella esté segura de que ya has dado la vuelta a la
esquina, lo mas probable es que se seque los ojos, ponga una pila de discos en
el automático y se dedique tranquilamente a ordenar los armarios. Claro que es
cierto que en ocasiones su depresión es auténtica, y no una simple búsqueda de
simpatía, típica de Cáncer. Esas noches será mejor que te quedes, que escuches
música con ella y la tomes tiernamente de la mano.
El heroico sacrificio de que es capaz una mujer
Cáncer por aquellos a quienes ama no reconoce límites. La bravura que
aparentemente no puede reunir para vencer sus propios temores se muestra,
resplandeciente, cuando un ser querido necesita de su fortaleza. Cuando las cosas
se pongan realmente difíciles, no te abandonará jamás, y entonces te recordará
mas a una roca, áspera y gigantesca, que a un tenue rayo de luz plateada.
También sus hijos encontrarán en ella un refugio y una torre de fortaleza que
con sensibilidad y comprensión les ayudará a encontrar su camino. Serán muy
apegados a ella, y lo cálido de su amor hará que el hogar materno sea para
ellos tan rico, confortable y luminoso como un palacio, aunque fuera una choza.
Es posible que tú te veas un poco desatendido cuando lleguen los bebés, pero es
que Cáncer rige la maternidad, imagínate. Seguirá habiendo lugar para ti, si
bien te verás desplazado unos centímetros. (Si no tiene hijos, una mujer Cáncer
pondrá en un animal o en sus amigos su reserva de afecto maternal, para mejor
suerte de ellos.) Como hacen los pájaros con sus crías, es posible que les dé
de comer cada vez que los encuentra con la boca abierta, ofreciéndoles algo
rico y nutritivo.
Para su familia, nada le parece demasiado bueno.
Cuando uno de los chicos estornude, lo meterá en cama con medicinas, té
caliente y caldo de gallina, mientras no tenga edad suficiente para defenderse.
Los hijos de una madre Cáncer no conseguirán salir sin ponerse el pullover
grueso cuando haga frío, la bufanda y los mitones si ha nevado y las galochas
cuando llueva.
Un niño tiene que tener una fuerza de voluntad
enorme para defenderse de la solicitud protectora del Cangrejo, y también
necesitará bastante firmeza para no dejarse malcriar. Para estos niños suele
ser todo un choque el contacto con el mundo, que les lleva a descubrir que no
son ellos el centro del Universo.
Una dedicación y una devoción tan completas pueden
proporcionar a la prole un maravilloso lecho de plumas y fuente de seguridad
para cuando la vida llegue a ser demasiado real, pero también pueden hacer que
los hijos sean dependientes en un grado anormal de los vínculos hogareños, e
incapaces de ver sus propias faltas. Muchas veces es imposible decir si es la
madre Cáncer la que mantiene a los hijos atados a sus faldas, o si son ellos
mismos los que aseguran el nudo. Son madres que guardan todos los cuadernos de
la escuela, cuelgan orgullosamente en las paredes torpes dibujos a lápiz y
conservan con ternura los zapatitos envueltos en papel de seda. Esos ajados trozos
de cabritilla blanca son preciosos, porque la madre lunar, con su memoria clara
y fotográfica, recordará los primeros pasos de un niño mucho después de que
éste haya volado del nido. También el vuelo suele ser doloroso. Las mujeres de
este signo se resisten a dejar que sus hijos asuman los lazos matrimoniales.
Tienden a sujetarlos demasiado y durante demasiado tiempo, y les parece que
nadie es suficientemente bueno para ellos. Hay veces en que la novia -o novio-
en potencia del hijo de una madre Cáncer tiene que pasar poco menos que por el
test de Rorschach para ser aceptado.
Conocí una vez a una madre Cáncer que solía ir a
buscar todos los días a su hijito a la salida de la escuela. El niño salía
siempre del aula como propulsado por un cohete y empezaba a correr furiosamente
por el patio de la escuela, antes de acercársele. Una vez que fue en compañía
de su hermana, la tía empezó a correr tras el niño, pero la madre Cáncer la
detuvo. “No, déjalo -le dijo-. Está soltando presión. Cuando ya no necesite correr,
vendrá”. Finalmente, el hijo se le acercó tranquilamente y le dijo, tomándola
de la mano: “Vamos mami, que tengo hambre”.
Este episodio resume toda la actitud de la mujer
lunar hacia todas las formas de amor, y muy especialmente hacia su matrimonio.
Es su extraña forma de posesividad, inconmovible, pero nunca agresiva. En lo
profundo de su corazón, ella sabe que por mas lejos que te vayas en pos de tu
sueño, siempre volverás, y ella estará ahí, esperándote pacientemente. Sus ojos
seguirán teniendo la belleza de la mágica Luna que tú recuerdas, de la cocina
llegará el delicioso aroma de las especias, y ella te preguntará que tal fueron
las cosas, y como te sientes. Si algo te fue mal y vuelves derrotado, ya
encontrará ella la forma de hacerte reír. Después te llenará el estómago y,
cuando ya estés relajado, ahuyentarás suavemente tus preocupaciones con sus
consejos sensatos y su humor imaginativo. Mas tarde, cuando a la luz del fuego
mires ese rostro sereno, volverás a preguntarte: “Realmente, ¿es la doncella
lunar de algún jardín nebuloso, o es una encantadora chiflada?”. Pero la
respuesta ya no te importará mucho.